9.15.2008

Sabes volar...


Supero el hecho que jamás he hablado explícitamente de sus ojos, pero, a la musicalidad vaciada de los huesos, orquesto un ejército de letras con el objetivo único de sentir. Sí, sentir el viento a capas baldías; caer de nubes sobre la manta carbonizada; levitar el templo, los cuerpos y las hojas llenas de su piel; comenzar la obra sobre el cementerio de penas, morir y besar el ciclo, no el tiempo bastardo. Aún le debo las mañanas robadas en su imagen a mi pensamiento; los deleites verbales y mis mentiras; los minutos gastados en crear situaciones imposibles; en no saber, quedar atónito a su mirada y soñar, y pensar que sueña en mis sueños.

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