11.28.2008
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Ha pasado noviembre como una bala que atraviesa el campo de batalla: llena de furia, energía e ímpetu, aunque también de exilio, aislamiento. La ausencia es una extraña compañía. No te deja caminar los pasos ubicados frene a tus ojos, te ancla con una doble cadena a la cintura. Quisiera retener un instante y valorar con ojos críticos –totalmente objetivos– el recorrer de miles y millones de segundos, pero me he regalado a la mentira, a la auto-mentira o a la autocompasión. No sé si sea un juego de lenguaje o lo que busque es realmente absurdo, sin embargo, sigo creyendo que la luna algún día caerá sobre nosotros; que el espacio es aquí y nos come; que las luciérnagas son las cenizas de los rayos; que el cielo es tan lejano, que se distribuye en nueve andenes. Quizá sea el resultado de mirar siempre hacia arriba, esperando un final a la comedia, mi comedia. Mi rodilla izquierda sangra, ahora cojeo, suplico un retorno a casa.
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1 comentario:
Hola, tengo un problema enorme. Desde no sé cuándo eh tratado" de buscar el espacio que me dijiste, el de "blogueratura" me dijiste que se llama, no?
en fin, paso a visitar tu blog, está interesante, espero que no te moleste, te pondré en mis enlaces, para seguir leyéndote...vale?
que estés muy bien
saludos.
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