4.03.2017

Simbolismo de las columnas catedralicias de Zacatecas

Muy noble y leal ciudad: Artes y Letras del Zacatecas virreinal, columna cultural en el periódico Imagen



Han sido muchos los pasajes de la iglesia principal de Zacatecas. En resumidas cuentas, su erección como parroquia mayor de la ciudad se remonta para 1568. Se trataba de apenas un espacio para la consagración. A la centuria siguiente, un segundo templo fue levantado, con proporciones más sólidas. Un incendio a principios del siglo XVIII deterioró en mucho su estructura. En la segunda mitad del XVIII, se iniciaron trabajos de la actual fachada. En el siglo XIX fue bendecida como catedral y sede oficial del obispado zacatecano. La segunda torre fue terminada a principios del siglo XX. Hace algunos años se colocó el altar mayor.
Las fachadas son de estilo barroco. La de Oriente es dedicada a la virgen de la asunción y también, en su centro solar, la disputa del sacramento-misterio. La Norte se le dedica a Cristo y la Sur a Nuestra Señora de los Zacatecas. Sus columnas tienen solturas salomónicas híbridas con detalles vegetales.
Dentro de la tradición judeocristiana, el simbolismo de las columnas se funda en el relato de Jacob. Él sueña una inmensa escala que conectaba al supra e inframundo. Al despertar, consagró la piedra que le sirvió de almohada –Bethel–, con la que construyó la Casa de Dios. Esa misma piedra fue la del Templo salomónico. Las columnas no son más que la representación de la escala.
En arquitectura, hay tres tipos de columnas en su dimensión grecolatina: dóricas, jónicas y corintias. En el Barroco se conformó la salomónica, de manera helicoidal, con la creencia de que estas se habían formado en el templo de “El Sabio”. Sobre esta propuesta, el libro barroco canónigo que desarrolló y generó estilos arquitectónicos en la Edad Moderna fue Arquitectura civil, recta y oblicua… de Juan Caramuel. En su tratado, argumenta que las columnas jónicas deben ser para héroes masculinos como Hércules, las dóricas a dioses del tiempo, la guerra y la muerte, mientras que las corintias a la diosa Palas, por ser guerrera, maternal y sabia. Las salomónicas, sobre el proyecto de Hiram Abif, Hiram rey de Tiro y el rey Salomón, sus columnas representan Fuerza y Vigor, de allí su forma helicoidal.
En la catedral zacatecana, hay tres juegos de columnas. La Norte, no sólo tienen estilo jónico-toscano, sino que representan héroes-atlantes que sostienen al mundo. En la fachada Sur, son salomónicas con detalles corintios, pues Palas, en su reinterpretación renacentista-barroca, fue considerada la Virgen María. La de Oriente, se encuentra en las mismas proporciones, salomónicas con detalles corintios. El aspecto vegetal es un guiño al poder de la divinidad. Dentro de las columnas, alegoría de los límites in media res de la Iglesia, el paraíso, la fortuna, la salvación. Fuera de él, un desierto, vacío y caída.

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