Muy noble y leal ciudad: Artes y Letras del Zacatecas virreinal, columna cultural en el periódico Imagen.
Han sido muchos los pasajes de la
iglesia principal de Zacatecas. En resumidas cuentas, su erección como
parroquia mayor de la ciudad se remonta para 1568. Se trataba de apenas un
espacio para la consagración. A la centuria siguiente, un segundo templo fue
levantado, con proporciones más sólidas. Un incendio a principios del siglo
XVIII deterioró en mucho su estructura. En la segunda mitad del XVIII, se iniciaron
trabajos de la actual fachada. En el siglo XIX fue bendecida como catedral y
sede oficial del obispado zacatecano. La segunda torre fue terminada a
principios del siglo XX. Hace algunos años se colocó el altar mayor.
Las fachadas son de estilo barroco. La de Oriente es dedicada
a la virgen de la asunción y también, en su centro solar, la disputa del
sacramento-misterio. La Norte se le dedica a Cristo y la Sur a Nuestra Señora
de los Zacatecas. Sus columnas tienen solturas salomónicas híbridas con
detalles vegetales.
Dentro de la tradición judeocristiana, el simbolismo de las
columnas se funda en el relato de Jacob. Él sueña una inmensa escala que
conectaba al supra e inframundo. Al despertar, consagró la piedra que le sirvió
de almohada –Bethel–, con la que construyó la Casa de Dios. Esa misma piedra fue
la del Templo salomónico. Las columnas no son más que la representación de la
escala.
En arquitectura, hay tres tipos de columnas en su dimensión
grecolatina: dóricas, jónicas y corintias. En el Barroco se conformó la
salomónica, de manera helicoidal, con la creencia de que estas se habían
formado en el templo de “El Sabio”. Sobre esta propuesta, el libro barroco
canónigo que desarrolló y generó estilos arquitectónicos en la Edad Moderna fue
Arquitectura civil, recta y oblicua…
de Juan Caramuel. En su tratado, argumenta que las columnas jónicas deben ser
para héroes masculinos como Hércules, las dóricas a dioses del tiempo, la
guerra y la muerte, mientras que las corintias a la diosa Palas, por ser
guerrera, maternal y sabia. Las salomónicas, sobre el proyecto de Hiram Abif,
Hiram rey de Tiro y el rey Salomón, sus columnas representan Fuerza y Vigor, de
allí su forma helicoidal.
En
la catedral zacatecana, hay tres juegos de columnas. La Norte, no sólo tienen
estilo jónico-toscano, sino que representan héroes-atlantes que sostienen al
mundo. En la fachada Sur, son salomónicas con detalles corintios, pues Palas,
en su reinterpretación renacentista-barroca, fue considerada la Virgen María.
La de Oriente, se encuentra en las mismas proporciones, salomónicas con
detalles corintios. El aspecto vegetal es un guiño al poder de la divinidad.
Dentro de las columnas, alegoría de los límites in media res de la Iglesia, el paraíso, la fortuna, la salvación.
Fuera de él, un desierto, vacío y caída.
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