Muy noble y leal ciudad: Artes y Letras del Zacatecas Virreinal, columna cultural en el periódico Imagen.
Las expresiones de lealtad en la
Nueva España se caracterizaron por la reunión de referentes históricos,
simbólicos y políticos, que en perspectiva parecían estar alejados. En términos
poéticos, Baltasar Gracián llamó concepto a la conexión entre dos puntos
equidistantes, siempre amparados hacia un sentido: así la alianza de múltiples
elementos por refrendar jerarquías.
Se tienen comparaciones o justificaciones de sentires muy
peculiares, no obstante su respeto a la tradición. So pretexto de perennidad a
la monarquía, hubo festividades que conjugaron diversos hechos.
Un ejemplo de lo anterior es el sermón de Juan Ignacio de
Castorena Ursúa y Goyeneche Parabien de
las letras a las armas…, oración en honor a la victoria de Felipe V en
Villaviciosa. El texto fue dedicado al príncipe de Asturias, Luis Fernando
(futuro Luis I), impreso por la casa Juan José Guillena Carrascosa en 1712. Fue
dictado en asistencia del virrey Fernando de Alencastre Noroña y Silva duque de
Linares.
El texto fue parte de las festividades y nueva proclamación
por parte de la Real Universidad, en honor de la victoria de Felipe V. La
relación de la aclamación, del aparato arquitectónico con sus emblemas, así
como los protocolos rituales fue por parte de Baltasar de Alcocer y Sariñana,
familiar del célebre poeta y escritor jesuita Isidro de Sariñana.Ambos textos
aparecen bajo el título conjunto de Festivo
triduo…, con los mismos patrocinadores e impresores.
La oración de Juan Ignacio de Castorena Ursúa viene
precedida de un sentir por parte del rector Pedro de Aguilar y Torizer, así
como de Baltasar de Alcocer y Sariñana. Ahí, se conjuga el concepto de unión:
El día señalado con cálculo de oro del Nacimiento de Vuestra Alteza, fue el de esta suntuosidad, y en su consecuencia para esta Dedicatoria ha sido como inspiración el ejemplo con que la Católica Iglesia Romana, solemnizando los Natalicios del Rey de los Reyes, del Príncipe de la Paz, y del deseado de las Naciones Jesús, confesando ser la Sabiduría increada, comprensiva de todas las Ciencias, en la fiesta de su Natividad, con primor reverente, Ceremonia devota, arreglada a su primera edad, como que le pusiera la Cartilla en las manos le pone el Abecedario a los ojos, pues el Himno que canta a sus Laude en el Divino oficia, desde la A, es cada letra del Alfabeto, inicial en cada uno de sus Versos, para más estudioso votivo Culto de sus adoraciones.
El
asunto es la continuidad monárquica, por la victoria del monarca, además del
símbolo de su continuidad: un primogénito varón. El tema simbólico del Abecedario da cuenta de que, aunque fue
signado por tres autores, el asunto central era de Castorena y Ursúa, pues
antes la utilizó en en el sentir de las exequias a Carlos II.
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