3.06.2017

Elogio alegórico a Carlos II

Muy noble y leal ciudad: Artes y Letras del Zacatecas virreinal, columna cultural en el periódico Imagen



La transición dinástica de Austrias a Borbones entre los siglos XVII al XVIII fue la primera gran crisis monárquica que vivió la Nueva España. Al no tener hijo heredero Carlos II y la poca solidez de su reino fueron en resumidas cuentas las condiciones del traspaso del poder entre dos familias reales hasta ese momento enemigas. A pesar del traspaso “legal” por medio del Testamento de “El Hechizado”, la familia Austriaca al mando de Leopoldo I desató la denominada Guerra de Sucesión Española.
En tal periodo de incertidumbre y movimientos políticos marciales, es quizá la figura de Juan Ignacio María de Castorena y Ursúa la más importante en términos culturales. Esto se debe a sus múltiples conexiones, apariciones y cargos en la Nueva España, además de los importantes esfuerzos editoriales que realizó.
Nació en Zacatecas en 1677. Según Beristán, fue doctor en derecho y cánones por la Real Universidad de México, con estudios de teología en Ávila. Los cargos más renombrados son el de rector de la Real Universidad y arzobispo de Yucatán. A su mando se imprime la primera publicación periódica de América, La Gaceta de México y las recopilaciones póstumas de los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz.
Con todo ello, Juan Ignacio María de Castorena y Ursúa tiene una serie de textos, sermones y pareceres que cifran el proceso de transición, en términos simbólicos. El 15 de agosto de 1701 signa el parecer del libro El sol eclipsado…, relación de exequias a Carlos II en la Nueva España por el jesuita Agustín de Mora.
En el texto del zacatecano se cifra una alusión alegórica, es decir, la representación simbólica de un elemento que detona en amplias proporciones. El objetivo era explicar el traspaso de poderes, de manera “natural”, esto es que no hubiese problemática alguna o guiño en cuanto a la discordancia política que ambas dinastías habían alimentado durante el siglo XVII.
Para ello, Ignacio de Castorena y Ursúa comenta la oración latina y el motivo del libro. Carlos es un sol eclipsado, renace en Felipe V con novísimas flores de lis. La alegoría, un acróstico cifrado:
[…] despuntaban también sobre los doce signos del Zodiaco, en una, y otra zona, señalando las seis letras del Augusto Nombre del Cesar su Abuelo, con las iniciales de las Majestades políticas más celebradas de la fama: Carlo magno, Alejando, Rodolfo, Luis, Octaviano, Severo; y en las otras seis los Reyes de las cosas naturales: C. Corazón rey de los miembros, A. Águila de las Aves, R. Rosa de las Flores, L. León Rey de los Brutos, O. Oro de los metales, S. Sol rey de los astros.
El nombre de CARLOS, con motivos axiológicos.

No hay comentarios: