Muy noble y leal ciudad: Artes y Letras del Zacatecas virreinal, columna cultural en el periódico Imagen.
Fray José de Castro fue un poeta nacido
en Zacatecas en 1648. Según refiere Mariano Beristáin, perteneció a la orden
franciscana. Fue Lector de Teología, proministro y padre de la Santa Provincia
de San Francisco de Zacatecas. Entre otros puntos, Beristáin comenta que fue
misionero apostólico, provincial y vocal en el capítulo general de Roma de 1688,
hecho que lo llevó a visitar la Santa Sede. Sus últimos días los pasó como
predicador apostólico del colegio de la Santa Cruz de Querétaro, donde
falleció.
Gran parte de sus obras poéticas se conocieron de manera
manuscrita en su tiempo, debido a los usos y modos de circulación de la época.
No debe olvidarse que, por ejemplo, Las
soledades de Góngora se conocieron por vez primera en manuscrito y el
cordobés jamás las vio salidas de las prensas. En el caso de José de Castro, muchas
de sus obras fueron de esta manera, aunque otras se editaron e imprimieron en
más de una ocasión.
El más célebre, Viaje
de América a Roma, poema festivo de su viaje a la península itálica. La
primera edición salió en Madrid por Juan García Infanzón en 1689. Fue reimpresa
en México por la casa editorial de Rodríguez Lupercio en 1690.
Otra obra de especial interés es Varias poesias a lo divino…, reimpresas en México por la casa de la
Viuda de Don José Bernardo de Hogal en 1746. De momento no se ha podido
encontrar lo que sería la primera edición, con todo y que existan varios
cuestionamientos al respecto. Se trata de un texto que contiene “Décimas a
Nuestra Señora de los Dolores”, “Acto de Contrición”, “Redondillas a las llagas
de N. S. Padre S. Francisco” y “Acto de contrición en octavas”.
Sobre “Décimas a Nuestra Señora de los Dolores” es probable
que sean las Lamentaciones a la Virgen
María Dolorosa que Beristáin comenta. En todo caso, se trata de un conjunto
de 50 décimas laudatorias al dolor de la virgen María en el clímax del Viernes
Santo.
El estilo de José de Castro en estos versos busca encomiar
la imagen a partir de puntos y elementos grávidos. Tal es el caso, por ejemplo,
de la onceava décima que contrasta la pleitesía de los astros ante el dolor y
la pérdida:
Sol y Luna con desmayos
pagan al dolor tributo,
y arrastran funesto luto,
en vez de lucientes rayos:
Corteses fueron ensayos
mostrar que sienten sus cruces
y visten doce capuces
con estilo singular
el pésame quieren dar
a la Reyna de las luces.
José
de Castro da una imagen de contenido emblemático: el llanto de las estrellas
por el eclipse del Sol más alto y la reina de las luces. Retrato poético de la
crucifixión y el dolor de la eterna señora.
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