7.06.2017

José de Villerías en la jura a Luis I

Muy noble y leal ciudad: Artes y Letras del Zacatecas virreinal, columna cultural en el periódico Imagen. 



La Real Universidad en 1724 celebró un festejo regio y un certamen poético por la jura a Luis I. La fiesta de Estado fue el 3 de octubre de 1724, en las instalaciones de la Real Universidad. Además, se elaboró un aparato festivo dentro del edificio.  Los comisarios de la fiesta fueron el Dr. José de Eguiara y Eguren, el Dr. Nicolás Ramírez, el Dr. Marcos Salgado, el Dr. Manuel Trebaut y el Dr. Antonio Chavier, convocados por el rector el Dr. Pedro Ramírez del Castillo.
El festejo fue publicado en el libro Letras felizmente laureadas, de la mano de Cristóbal Ruíz Guerra Morales. Según Ignacio de Castorena y Ursúa en el parecer del sermón Fénix en el incendio de la ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas…, dicho autor era oriundo de Zacatecas.
Se realizaron cinco categorías con diversos premios para el certamen. Uno de los poetas que destaca en la palestra poética es José de Villerías. Según Beristáin de Souza fue natural de México y abogado de la Real Audiencia. Fue autor de numerosas obras, de las que destaca un poema latino a la virgen de Guadalupe. También escribió algunos textos en griego. Murió joven:
¡Oh si no hubiese sido su estudio tan excesivo a su salud [destaca Beristáin de Souza] hubiese sido más robusta! Siempre enfermizo y siempre entregado a los libros, murió con gran detrimento de la literatura megicana a los 33 años de su edad en 12 de agosto de 1728.
En el certamen convocado por la Real Universidad obtuvo el primer lugar en la categoría tema orbe celeste, que trató de diez senarios jámbicos puros. También obtuvo otro segundo lugar en la categoría tercera, que consistió en glosar una quintilla en cinco décimas.
El texto a glosar:
Philipo, y Luis de un Delfín
Cada uno es Rey singular:
Que ambos Reinaron al fin,
Cuando no les pudo dar
Cetro el Padre por un fin.
Un fragmento de la glosa de Villerías es:
Entre lo que hay, que admirar,
Que nazcan, pondero yo,
De un Delfín, que no Reinó
PHILIPO, y LUIS a Reinar.
Y es que el Hado, al ver cortar
Aquella Lis del Jardín,
Mandó a la Parca ruin
Doblarla, con que ha cobrado,
Con dos vidas, el Reinado
PHILIPO, y LUIS de un Delfín.
PHILIPO, antes que el tributo
Común el Delfín para,
Y que la muerte manchara
La Púrpura con el luto;
Rey es de Espala absoluto:
Muere el Delfín, y a Reinar
Entra LUIS; mas sin llorar
A su Padre, y aunque en todo
Se asemejan en su modo,
Cada uno es Rey singular.
Los lugares que obtuvo en el certamen le valieron literariamente para realizar El Llanto de las Estrellas…, funerales a Luis I (1725).

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