3.31.2010

Pequeña defensa del mito


Te sienta bien el sol
te sienta bien ser cool
te sienta bien el mal
te sienta bien ser dios
te sienta bien mentir, y decir
que te fuiste yendo de nuestro lugar
Los Fabulosos Cadillacs, “El Satánico Dr. Cadillac”


Me debo confesar que soy un defensor irrebatible del mito, como forma, como expresión, como soteriología, como metafísica y como soltura. No creo en las madejas que abren a los ciclos, ni en las primicias de noticiero que avalan un raciocinio metódico, fuera de serie, anclado de instrumentos inútiles para la reflexión humana. He descubierto, en algunas líneas y pensamientos de algunos allegados, el desdén infundado por el mito, basados en la idea de ser hombre conductistas, sin rito. Si bien, encuentro esta afirmación como verdadera, pues el levantarse hacia el lado derecho de la cama, desayunar un huevo frito y café, lavarse los dientes con la mano izquierda y salir con el salto habitual, no refieren al mito; sí vivimos las historias que nos marcan un paso de la naturaleza a la cultura. Si no, los ritos de iniciación al que somos presa en la adolescencia. Sería un acto incansable tratar de abordar, en este pequeño texto, las diferentes posturas que han marcado un desdén hacia el mito y al pensamiento primitivo. No obstante, debo decir que, sobre todo en los siglos XVIII, XIX y XX, cuando la razón empezó a tener una fuerza importante y el método científico se afianzaba como forma radical del conocimiento; las sociedades secretas como sociedades iniciáticas crecieron, exaltando una importancia a lo sagrado, al símbolo, al mito, al rito y a la imagen. Hoy se trata al mito y a las humanidades como improductivas, pues su bagaje no se basa en el neg-ocio o negación del ocio. Sin embargo, los acusadores hablan de un conocimiento sin forma, sin fundamento, de un pesimismo abatido y sin dejaciones. Se ha permitido la desacralización de lo sagrado y sólo nos hemos quedado con lo profano. Debemos entender, en colectivo, que el menosprecio de la metáfora es el menosprecio del secreto por el secreto; la reproducción escrupulosa sin comprensión del mito y la metáfora es un camino al envejecimiento de la sociedad. Sólo quedarían unas imágenes que no nos llaman y que se degenera al paso de sus torpes e individuos-máquina