6.11.2008

Crónicas


Sé, que en realidad, no es el gran espectáculo de destrucción que ha existido en el mundo. Ni mucho menos, al margen del planeta, se acerca a aquellos que he visto en Televisión: las demoliciones extraordinarias de estadios europeos o, incluso, la caída de las torres gemelas. Pero en Zacatecas representa una ruptura a la continuidad, un contundente hemiciclo a la futura creación, el sentimiento conmovido de prácticas aleatorias. Yo solía, como otro de mis actos ritualistas, verlo solo, vacío, con un hielo por mandar la trascendencia. Ahora no existe y sólo el ministerio sabe (o los actores gubernamentales detrás del proyecto) la producción que se levantará y quitará espacio al espacio, aire al aire. Por lo pronto, me gusta ver derribar tabiques y contemplar como un mecánico bicho derriba escombros…

La Correspondencia del Diablo
Semanario Universal de Noticiones. Eco imparcial de cuanto bueno y malo chorrea la opinión y destila la prensa



“Cartas sobre la mesa”

Zacatecas, Zac., en tiempo y circunstancias políticas olvidadas por el Editor.


Juan Francisco María de la Salud Donoso Cortés y Fernández Canedo
Marqués de Valdegamas y Miembro de la Real Academia Española



Por medio de la presente me dirijo para hablarle sobre algunos asuntos en materia de su Ensayo sobre el Catolicismo, el Liberalismo y el Socialismo. Con esto, quisiera aclarar, deseo hacer prórroga de una apertura de discusión y análisis sobre sus palabras y posturas ideológicas, que para nada tienen que ver con su estilo personal de escritura, la cual, considero fluida y digna de los cánones establecidos en la época creada.
Para hacer breve esta carta, quiero iniciar haciendo énfasis en los puntos de los cuales coincidimos y aplaudo por algunas buenas reflexiones. Es un hecho lo que vos dice, parafraseando, que las cuestiones de Dios son cuestiones políticas, y que el hablar de Teología atañe a todo el rubro de lo humano1.
Considero, también, que cada estructura humana ha sido creada en función a un poder sobrenatural, el cual vos denomina Dios (yo quisiera hacer énfasis en ello a lo largo de la carta).
Existe, dentro de la cultura occidental, una tendencia extrema al maniqueísmo. Usted basa algunas de sus afirmaciones en la tesis de Prhoud. Yo, sin embargo, pondría en consideración algunas de estas posturas, gracias a su visión.
Finalmente, el punto que más destaco, es el afirmar que el Catolicismo buscaba la Universalidad de las religiones. El Catolicismo viene del latín catholĭcus, y este del griego καθολικóς, que significa universal. Loable su observación en los tiempos romanos, pues esta cultura veló por la integración social y política de los pueblos que conquistaba; y, que con el paso del tiempo, resultó su derrota por no tener control militar, unidad y fuerza política en ellas.
La universalidad que se mostró en los tiempos romanos, en función del catolicismo, es la flexibilidad de la reforma de esta Religión. Mientras que algunos Papas han creado reformas milenarias y dignas de todo un liberalismo moderno, otros no han hecho más que regresar a viejas usanzas, que varios estudiosos consideran de medievales.
En fin, esto en lo que yo comparto de su extenso y largo ensayo sobre un Liberalismo en función del Catolicismo y un Socialismo de rodillas e inexistente para el Catolicismo. Haré énfasis en cinco puntos que no estoy de acuerdo y que pongo a juicio de discusión.
El primero es la idea de un Dios bueno, judeocristiano, como redentor de las sociedades antiguas y existentes. En efecto, los llamados ritos culturales se han basado en la existencia de un conocimiento divino, que va más allá de los efectos terrenales. Estos conocimientos son únicamente para unos pocos elegidos y, su uso para el secretismo de algunos gremios. Pero eso, a afirmar que la cultura se ha basado en la idea judeocristiana es totalmente erróneo. ¿Qué sucedería entonces con las sociedades indígenas o las sociedades africanas? El pragmatismo se encuentra en la flexibilidad de la religión católica, pues la gran mayoría de los terrenos conquistados por la fe, se basan en los cambios de imágenes divinas, no en un cambio total de ideología.
El segundo punto es la función del maniqueísmo en las tradiciones occidentales. Hasta ese punto concuerdo, el derroche está en la visión maniquea del maniqueísmo que vos hace, y la praxis del libre albedrío. No existe, tan sólo en la visión bondadosa del catolicismo, dada por un Dios que es tres personas, y que da el conocimiento a los sacerdotes para que ejecuten sus órdenes. Lo cito:

“Si la libertad consiste en la facultad de entender y de querer la libertad perfecta consistirá en entender y querer perfectamente; y como sólo Dios entiende y quiere con toda perfección, se sigue de aquí por una ilación forzosa, que sólo Dios es perfectamente libre.2”

Usted hace uso de la salida fácil. Admito que vos se basa en la función de un dogma religioso, pero, como integrante de la Real Academia Española, le doy responsabilidad de hacer más objetivo y conciente su argumento, pues parece sacado de algún sermón clerical que le dicen a los profanos, o como:<>.
El tercer punto, de la cual la considero una falta de respeto para los estudiosos de su época, es denominar que: “Dios es Amor”. En lo particular, detesto las etiquetas a ideas abstractas que algunos intelectuales hacen. Lo vuelvo a citar:
“<>. Si Dios es caridad, la caridad es la infinita unidad, porque Dios es la unidad infinita si el que está en caridad está en Dios y Dios en él […].3” (sic.)

¿Qué pasaría si sucede lo contrario? Las posibilidades son infinitas y vos solamente regala una, la más deducible y la menos inverosímil para el mundo humano. Dios no es amor, porque Dios es violable gracias a su doctrina hecha por hombres y a sus propios defectos, por eso, los trabajos jamás serán justos y perfectos.
Por último, derrocho la afirmación de que el Catolicismo es Liberal y Socialista por una sencilla, y a la vez, importante razón: “La intolerancia doctrinal de la Iglesia ha salvado el mundo del caos.4”
La salida de varias sectas ha estado en anudada al uso interpretativo de las Sagradas Escrituras por los Sacerdotes. La misa tiene un ritual apegado a ello. La parte de la Homilía está hecha exclusivamente para que el Sacerdote interprete la y que ninguna otra persona pueda interpretarla, ni siquiera, hacer uso de la palabra.
No podemos hablar de un Liberalismo sin la apertura a la palabra, ni mucho menos a la tolerancia de ideas. El diálogo propicia un crecimiento continuo, no existen verdades absolutas, y vaya que os digo que ésta es una verdad absoluta (con muchísima ironía). De igual forma, no se puede hablar de Socialismo cuando el existen jerarquías coercitivamente marcadas, pues su uso está en la Igualdad social de los hombres, y esto también consiste en la palabra y cosmovisión de cada individuo (que claro, hay que tomar otras consideraciones socialista).
Ojala las anteriores acotaciones nos sirvan un poco de alejamiento y reconocimiento discursivo e ideológico. No quiero manchar su obra política, la cual considero digna y admirable, tan sólo quiero abrir una discusión entorno a mis ideas junto a las suyas.
Respetuosamente,
Salvador Alejandro Lira Saucedo

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1http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/13505030989138941976613/index.htm, visto el 17 de febrero del 2008.
2 Ídem.
3 Ídem.